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RECURSO FORESTAL

REFORESTACIÓN

Manejo de plantaciones

El establecimiento de plantaciones forestales es la forma más común de producción de madera en forma industrial a través del mundo. Las plantaciones, las que habitualmente están compuestas de especies exóticas, implican una transformación radical de la estructura y la composición de la vegetación de un lugar y, por consiguiente, de las características del hábitat de su fauna.

El primer efecto (indirecto) de la creación de una plantación forestal es la eliminación de la vegetación original. Así la magnitud del impacto que provoque la plantación dependerá en gran medida del tipo de vegetación que existía previamente en el área y de cuán importante era ésta como hábitat para la especie animal en cuestión. Si bien es cierto una superficie importante de plantaciones ha sido establecida en zonas cubiertas con bosques y matorrales una gran proporción de ellas se han instalado en terrenos que ya se encontraban altamente degradados.

El proceso de plantación comienza con la preparación del terreno con el fin de facilitar el establecimiento de las plantas. La intensidad de esta actividad comúnmente determina la cantidad de vegetación arbustiva que acompañará a la plantación durante los primeros años. Así, en sitios preparados ligeramente habrá una cobertura arbustiva más alta que en sitios que fueron limpiados intensamente, y por lo tanto albergarán una fauna relativamente similar a la de un matorral degradado de la zona.

En la medida que la plantación se desarrolla ésta comienza a modificar las condiciones ambientales del sector y la similitud del sistema con un matorral comienza a perderse. Así, durante las distintas etapas del crecimiento de una plantación, al igual que en las diferentes etapas de la sucesión de un bosque natural, los atributos del hábitat de las especies animales cambian y, por lo tanto, la fauna que los habita también.

Dos son las características principales que hacen de las plantaciones forestales una fuente importante de impacto sobre la fauna nativa: la simplicidad en composición y estructura y el uso de especies exóticas.

La simplicidad de las plantaciones es un resultado del manejo que tiende a optimizar las operaciones silvícolas. Los árboles están espaciados regularmente y en rodales de gran extensión la variabilidad en altura, DAP, altura de copa y otras variables dendrométricas son mínimas. Esta homogeneidad, al igual que en bosques naturales coetáneos y dominados por una sola especie, se traduce en una baja diversidad de nichos por lo que la riqueza de especies animales que se encuentra en una plantación es, a menudo, más baja que en un ambiente heterogéneo.

Una gran proporción de las plantaciones forestales del mundo se basa en el uso de especies árboles de unos pocos géneros como Pinus y Eucalyptus. Esto hace que un alto porcentaje de las plantaciones (sobre todo en América del Sur y en particular en Chile) esté constituido por especies exóticas. La relación de las especies animales (y vegetales) nativas con especies exóticas es compleja. El hecho de que estas especies hayan evolucionado independientemente reduce la cantidad de adaptaciones que los animales tienen para interactuar con estos árboles (o arbustos). Aunque una especie de árbol produzca recursos alimenticios (ej. semillas), si los animales no los reconocen como recursos, éstos no serán utilizados. A veces se requieren varias generaciones de una especie para que ésta comience a utilizar un recurso nuevo. Por ejemplo, las plantaciones de pinus radiata han existido por varias décadas en Chile, pero aún sólo pocas aves han "aprendido" a consumir sus semillas.

Comúnmente los árboles exóticos carecen de gran parte de las plagas que las afectan en su lugar de origen. Por esta razón, la diversidad de invertebrados asociados a las plantaciones tiende a ser menor que en bosques naturales (o de especies nativas) y por lo tanto, éstas aportan menos recursos tróficos para animales insectívoros. Sin embargo, debido a la gran extensión que tienen muchas plantaciones y a la falta de controladores específicos, algunos de los pocos insectos fitófagos que sí atacan a las especies exóticas pueden adquirir el carácter de plagas, alcanzando explosiones demográficas. De esta forma, para algunas especies insectívoras, las plantaciones ofrecen recursos importantes, aunque la abundancia de éstos puede tener una alta variabilidad temporal.

Un número importante de especies de árboles utilizados en plantaciones carece de muchas características importantes para la fauna. Por ejemplo, los pinos de rápido crecimiento como Pinus radiata tienen una arquitectura de sus ramas que dificulta la construcción de nidos por parte de las aves y la presencia de abundante resina impide que pájaros carpinteros busquen insectos en su corteza.

Debido a la escasez de recursos aportados por la mayoría de los árboles forestales exóticos, las características de la vegetación nativa acompañante son muy importantes en determinar la calidad de una plantación como hábitat de una especie animal. Plantaciones en las que el sotobosque es diverso y bien desarrollado, albergarán un mayor número de especies (y de individuos) que plantaciones donde el sotobosque es ralo. De igual forma, la presencia de árboles nativos entremezclados con los árboles exóticos puede aumentar la diversidad de aves. Bibby et al. (1989) observaron que el efecto positivo de la presencia de árboles latifoliados en una plantación de coníferas en Gales era mayor si los árboles se hallaban dispersos en la plantación que si se hallaban agregados.

La densidad y diversidad del sotobosque en una plantación dependen de la especie de árbol utilizada y del manejo a que ésta es sometida. Por ejemplo, especies que producen sustancias alelopáticas reducen notablemente el desarrollo de plantas bajo ellas. De igual forma, árboles cuyas hojas tardan mucho en descomponerse (ej. acículas de pino) cubren el suelo con éstas dificultando la germinación de semillas de arbustos. Finalmente, árboles que son fijadores de nitrógeno pueden estimular el desarrollo del sotobosque en terrenos con escasa fertilidad.

Una de las variables silviculturales que más influye en la calidad del sotobosque es la densidad de la plantación. En plantaciones densas, la escasa luz que atraviesa el dosel es insuficiente para el desarrollo de muchas plantas. Por el contrario, plantaciones de densidad baja, normalmente permiten la presencia de un sotobosque denso compuesto por numerosas especies vegetales, lo que se traduce en una mayor cantidad de nichos disponibles para la fauna.

Las quemas bajo dosel y el control de malezas disminuyen el desarrollo del sotobosque. De igual forma, los desechos de raleo y poda suprimen físicamente los matorrales. Finalmente, el ingreso de ganado a los bosques reduce el desarrollo de los arbustos a través del ramoneo y el pisoteo.