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RECURSO FORESTAL

DESCRIPCION DE LOS PRODUCTOS FORESTALES NO MADERABLES

PIJUAYO (TCA. Cultivo del pijuayo para palmito en la Amazonía. www.amazonas.rds.org.co/libros)

Género y Especie: Bactris gasipaes Kunth
Familia: Arecacea
Parte Empleada: palmito (producción vegetativa)

El pijuayo es una palmera nativa de América tropical que alcanza una altura de 12 a 15 m y un diámetro de entre 15 y 30 cm. Presenta múltiples usos y se puede cultivar en sistemas muy compatibles con la ecología de la Amazonía. Entre los usos del pijuayo se tienen los siguientes: Producción de Frutas: pulpa, harina y aceite (consumo humano); concentrado y enlaje (consumo animal); Producción Vegetativa: palmito (consumo humano), madera y hojas (construcción), ornamentales.

Distribución: La distribución geográfica de esta especie es muy extensa; el límite norte está en Honduras, y el límite sur está en Bolivia y la parte sur de Brasil. También se indica su presencia en algunas islas de las antillas, especialmente Trinidad (Mora-Urpí, et al., 1984; Clement, 1993). En el Perú, el pijuayo para la producción de palmito se viene plantando en varias zonas de ceja de selva y selva baja como Iquitos, Pucallpa, Tocache, Uchiza, Pichis, etc.

Concordante con su amplia distribución, la especie recibe distintos nombres. Así, se denomina pijuayo y chonta en el Perú; chontaduro y pijuayo en Ecuador; chontaduro, cachipay en Colombia; pijuayo, pichiguao y macana, en Venezuela; parépon en la Guayana Francesa; amana en Surinam; pupunha y pirijao en Brasil; tembé en Bolivia; pejibaye, pijuayo y pijibay en Costa Rica y Nicaragua, y pijuayo en Panamá.

Descripción botánica: El palmito es una palma erecta que puede alcanzar hasta 20 m de altura. Su tallo es cilíndrico, con un diámetro de 10 a 25 cm. En algunos casos puede haber un pequeño grado de conicidad. El tallo está dividido en segmentos o internudos de anchura variable, cubiertos de espinas negras y fuertes. Los internudos con espinas difieren bastante en longitud, la cual puede ser de 2 o 3 hasta 20 o más centímetros. La ventaja del pijuayo con respecto a otras palmeras es su precocidad y su alta capacidad de producir hasta doce rebrotes o retoños, los que darán lugar a un nuevo tallo que será utilizado para la producción de palmito. El pijuayo es una planta monoica que forma entre 1 y 20, con media entre 6 y 8 inflorescencias al año, que se originan en las axilas de los anillos de hojas senescentes, observándose a mitad del tallo. La floración en la Amazonía peruana se da entre Junio y Setiembre, con la cosecha alrededor de cuatro meses más tarde. La inflorescencia es en espigas, cada una de ellas cubierta por numerosas flores masculinas pequeñas, de color crema a amarillo claro, y menor cantidad de flores femeninas. Las flores masculinas se encuentran en proporción que varía por condiciones climáticas y genéticas. La flor femenina es tricarpelar, sincárpica. Cada racimo tiene entre 10 y 120 frutos. Estos son de forma cónica a ovoide, que varía a elipsoidal y a aplanada, miden tres a cinco cm de largo, tienen epicarpio liso y brillante, color amarillo a rojo o mezclas de estos colores. La parte comestible está constituida por el mesocarpio, el cual es grueso, color blanquecino, amarillo hasta naranja-rojizo, con fibras cortas y escasas, y contenido variable en aceite. Cada fruto tiene una sola semilla de color blanco y aceitosa, la cual está cubierta por un endocarpio duro.

Condiciones ecológicas: Crece en suelos ácidos de baja fertilidad, con preferencia a los de pH 5.0; suelos profundos, de textura media, permeables y con buen drenaje. No tolera suelos con drenaje deficiente. Desarrolla adecuadamente con una temperatura media anual de 25ºC o mayor, precipitaciones entre los 1,700 y 4,000 mm al año y bien distribuidas.

Siembra y Cosecha: La siembra del pijuayo para la producción de palmito puede tener efecto favorable sobre la biodiversidad de la misma especie, así como sobre la de otras palmáceas. En el caso de la misma especie, la siembra se efectúa con semillas producidas en rodales manejados, sin disminuir la capacidad de regeneración de estos rodales.

El interés para cultivar el pijuayo está aumentando fuertemente en los últimos años, debido a la existencia de un mercado a nivel mundial y la disponibilidad de tecnología para el cultivo e industrialización del pijuayo para palmito, la cual ha sido desarrollada bajo el liderazgo de dos instituciones: una en Costa Rica, conformada por el grupo de investigadores de la Universidad de Costa Rica, con mayor presencia en América central y la otra en el Perú, a cargo del grupo de investigadores del Instituto Nacional de Investigación Agraria, INIA, con mayor influencia para el Perú. Por su parte, la colección y caracterización de germoplasma ha sido efectuada conjuntamente por estas dos instituciones y el INPA, Brasil.

El palmito está listo para cosechar en año y medio o dos después de sembrada la planta, cuando el diámetro del tronco mide de 14 a 16 cm. Cuando se deja continuar su crecimiento, iniciará la fructificación al cuarto año.